Se sabe que el permiso de endeudamiento solicitado por María Eugenia Vidal a la Legislatura será el eje de la discusión en la aprobación del proyecto de prespuesto 2017. Por el momento no hay mayores objeciones ni al cálculo de gastos y recursos, ni a la reforma impositiva. Por lo que todas las miradas están puestas en los permisos de deuda de más de 92 mil millones.
¿Es excesiva esa cifra para la provincia de Buenos Aires? ¿Qué parametros deben establecerse para sostener si un endeudamiento es bueno o malo? ¿Es peligroso el nivel de endeudamiento al que busca llegar Vidal?
Un primer eje de análisis es observar el presupuesto solicitado por la Gobernadora el año pasado. Por entonces, a pocos días de iniciada la gestión, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, se horrorizaba con el estado de las cuentas bonaerenses. En ese contexto el presupuesto 2016 incluía un pedido de endeudamiento de casi 110.000 millones, un número que sorprendió a la oposición.
Es que los últimos años de gobierno de Daniel Scioli, los pedidos de endeudamiento estaban muy por debajo de lo que solicita Vidal a los legisladores. En 2012, se pidió una autorización por unos 13.000 millones; en 2013, 14.000 milllones; en 2014 se pidieron permisos por 15.000 millones y en 2015 -último presupuesto de la gestión naranja- se solicitaron 21.000 millones.
Ese punto del presupuesto fue lo que trabó las negociaciones para aprobarse el ejercicio actual. El kirchnerismo -todavía amalgamado en un solo bloque- no logró resistir la presión de los intendentes y un sector del Frente para la Victoria proporcionó los votos que faltaban. Claro que los 110.000 millones que solicitó Vidal quedaron muy lejos y se acordó bajar ese número a 60.000.
Desde el Frente Renovador hacen un análisis sobre esa discusión parlamentaria. “Si nosotros hubiéramos acompañado el endeudamiento que el Gobierno pidió en 2016, y de este año acompañáramos la totalidad de lo solicitado, estaríamos entrando en un sendero muy complejo respecto a las posibilidades de financiamiento y de crecimiento de la deuda en la Provincia, con una aceleración para nada deseable”, advirtió Sarghini en una entrevista reciente.
Una de las críticas que hace la oposición es que el Ejecutivo no tomó el total de la deuda que solicitó a los legisladores. En efecto, al 30 de septiembre se concretaron seis operaciones de financiamiento por un monto total de $51.279 millones. Ese número consta en las respuestas a las preguntas que los legisladores le enviaron a Lacunza tras su exposición en la Legislatura.
De allí también se desprende que existen avanzadas negociaciones con la Cooperación Andina de Fomento. Según la documentación existe contrato en el marco del programa de Rehabilitación de Infraestructura por 10 millones de dólares. Y otros dos afectados a la Cuenca del Río Lujan por un total de 220 millones de dólares.
La ex ministra de Economía, Silvina Batakis, aseguró que el eje conductor del presupuesto de Vidal es el endeudamiento. La ex funcionaria consideró que el recurso de tomar deuda “puede resolver situaciones coyunturales pero luego es algo que terminamos pagando todos, a futuro y con más impuestos”. Además, advirtió que “hasta ahora, no se vislumbra que el enudeudamiento haya ido para infraestructura”.
En tanto, el economista Martín Tetaz dijo a LPO que, per se, la deuda no es ni buena ni mala y que hay que observar para qué se contrae. “Hay dos circunstancias que justifican el endeudamiento: la primera es la financiación de obras de infraestructura, previa evaluación de rentabilidad social. La segunda es la cobertura del déficit fiscal en las recesiones, para suavizar el ciclo económico, puesto que de otro modo los gobiernos deberían despedir gente o bajar sueldos cuando recaudan menos dinero por la contracción económica”, explica.
Según el economista de origen radical, en el caso de la provincia de Buenos Aires, el 75% de los recursos tributarios son explicados por el impuesto a los Ingresos Brutos. Estos caen en las recesiones, pero se recuperan cuando la economía repunta. “Por esta razón es lógico que se tome deuda en las crisis y se repague cuando la economía se recupera”, agrega Tetaz y agrega que “la provincia ha sido la que menos invirtió en los últimos años y ello también explica la necesidad de endeudarse para infraestructura”.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
- 113/11/1621:14Si es para cancelar deuda cara por una con menor tasa bien y si es para infraestructura mucho mejor. No siempre endeudarse es malo!
El Presupuesto 2017 contiene permisos de endeudamiento por 84.300 millones de pesos y 672 millones de dólares, lo que representa un incremento del 40,5 por ciento con respecto a lo obtenido para el presente período.
Aunque inicialmente, desde el gobierno provincial comunicaron que el total de la deuda pedida a la Legislatura sería de 59.500 millones de pesos para cubrir el déficit fiscal y pagar vencimientos de deuda, el proyecto sobrepasa esos montos al sumar autorizaciones de endeudamiento para obras y programas sociales por 8 mil millones, Letras del Tesoro (deuda a corto plazo) por 1.500 millones de pesos y 12.900 millones para cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones, Subsidios y Pensiones del Personal del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
En tanto, los pedidos de endeudamiento en dólares apuntan a grandes obras de infraestructura que año a año se estipulan en el Presupuesto, pero que el Gobierno estudiará “oportunamente” si utiliza o no.
Con esta incorporación, si se utiliza el tipo de cambio actual los permisos de endeudamiento totales del gobierno de María Eugenia Vidal llegarían a 94.300 millones de pesos.
Desde el gobierno sostienen que “técnicamente” los pedidos de endeudamiento son de 59.500 millones de pesos, y que el resto de los ítems pertenecen a otro tipo de operaciones que no necesariamente se llevarán a cabo y que en muchos casos apuntan a cubrir los “esqueletos” de la administración de Daniel Scioli, según definieron a las deudas heredadas.
Uno de ellos, por 170 millones de dólares, corresponde a la construcción de la planta potabilizadora para la Región Capital.
También se prevén otros 130 millones de dólares para el acueducto Río Colorado-Bahía Blanca; otros 300 millones para obras en la cuenca del Río Salado; 42,3 millones para obras contra las inundaciones en San Antonio de Areco y, finalmente, 30 millones para trabajos en el área Metropolitana.